EN GÓMEZ FARÍAS CELEBRARON CON GRAN COLORIDO EL CONCURSO DE RONDAS INFANTILES, SALTO DE CUERDA Y JUEGOS TRADICIONALES

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ALFREDO GARCÍA BECERRA

En Gómez Farías, se vivió un evento que refleja la esencia de la comunidad y la importancia de las tradiciones. Frank de León, expresó su orgullo por la participación entusiasta de las escuelas en el Concurso de Rondas Infantiles, Salto de Cuerda y Juegos Tradicionales, un evento que no solo pone a prueba las habilidades y el conocimiento de los juegos de antaño, sino que también fortalece los lazos comunitarios y el espíritu de equipo.

El concurso, que se llevó a cabo en un ambiente festivo y lleno de alegría, fue una oportunidad para que niños y adultos se reunieran y compartieran momentos de diversión y aprendizaje. Las rondas, que son juegos cantados que se acompañan de movimientos y gestos, fueron los protagonistas del día, demostrando que la cultura y las tradiciones aún tienen un lugar en la vida moderna.

De León felicitó a todos los participantes por su dedicación y esfuerzo, y los exhortó a seguir fomentando valores como el compañerismo, el trabajo en equipo y la disciplina, elementos fundamentales para el desarrollo integral de cualquier sociedad. Su mensaje fue claro: estas prácticas no solo son una forma de entretenimiento, sino también una herramienta educativa y de unión social.

La invitación extendida a él y a su esposa Alejandra Garza, y su cálida recepción, son un testimonio de la hospitalidad y el sentido de comunidad que prevalece en Gómez Farías. De León aseguró que siempre contarán con su apoyo y el de su esposa, destacando la importancia de trabajar juntos para el éxito de futuros eventos y proyectos.

Este concurso de Rondas Infantiles, Salto de Cuerda y Juegos Tradicionales es un recordatorio vibrante de que, en un mundo cada vez más digitalizado, hay un valor incalculable en preservar y celebrar las tradiciones que nos conectan con nuestro pasado y fortalecen nuestro sentido de identidad. Es una invitación a mirar hacia atrás para poder avanzar, reconociendo que en las raíces de nuestra cultura y en el juego compartido, encontramos la verdadera riqueza de nuestra comunidad.