ALFREDO GARCÍA BECERRA
En una mañana tranquila y familiar, Melchor Budarth Báez, acompañado de su esposa Martha Uresti, ejerció su derecho cívico en la escuela Simón Bolívar. Su participación en las elecciones refleja el compromiso cívico y la confianza en un proceso electoral pacífico y activo. Este acto no solo destaca la importancia de la participación ciudadana en la democracia, sino que también subraya la confianza en la continuidad de un ambiente político sereno.
La jornada electoral es un momento crucial para la comunidad, donde cada voto cuenta y cada voz tiene el poder de influir en el futuro de la localidad. La presencia de figuras públicas como Melchor Budarth Báez, votando junto a su familia, envía un mensaje poderoso sobre la importancia del voto y la responsabilidad que conlleva. Es un recordatorio de que, más allá de las campañas y las promesas, está el acto fundamental de participar y hacer oír la propia opinión en las urnas.
La democracia se fortalece con cada ciudadano que se presenta en las mesas de votación, y la familia Budarth Báez ha demostrado su compromiso con este principio. Al final del día, más allá de los resultados, lo que permanece es el espíritu de una comunidad que se une para decidir su destino colectivo. Y en Ocampo, ese espíritu parece estar más vivo que nunca.
